Traspasamos las fronteras del tiempo, adentrándonos en tierra maldita y condenada al olvido... El guardián del presente no nos lo pondrá fácil, con gesto condescendiente no exento de hipocresía centenaria. Como anfitrión de nuestro pasaje, parece empujarnos hacia pasillos lacerados por dolorosas grietas o estancias que parecen desafiar leyes del mundo terrenal. Cada paso es un suspiro, una constante en lucha con lo irracional... ¿qué hago aquí dentro?
No hay vuelta atrás, con paso poco firme y en silencio, decidimos acabar lo que hemos empezado, despertando de su letargo a Clock's House.
Galería de Clock's House
Sin duda me quedo con la imagen de la bicicleta, el cochecito y los pupitres.... ¡Fantásticas imágenes!
ResponderEliminarAunque lo que me ha sorprendido más ha sido la pared pintada... ¡de lila! :-O
Saludos. Sansan.
Bueno, la pared pintada de lila marcará un antes y después en el mundo del abandono... :-)
EliminarLa del cochecito es una foto complicada... pasaba totalmente desapercibido y mimetizado con el fondo... así que si has sido capaz de distinguirlo, me doy por satisfecho!!!
Un saludo.
Sergio